Siempre en un ambiente familiar y de mucho respeto, estudiantes, docentes y apoderados, disfrutaron y compartieron una semana llena de sorpresas.
Este emblemático liceo de Talca, celebró su aniversario número 27, donde los estudiantes en forma muy respetuosa disfrutaron de actividades y competencias entre alianzas, dividiéndose el establecimiento entre Villanos y Súper Héroes.
Una semana llena de convivencia, competencias, juegos, disfraces y mucha entretención, donde también se eligieron a los reyes de cada una de las alianzas y realizaron acciones en conjunto con los profesores, estudiantes y centro de padres del establecimiento educativo, resaltando siempre la importancia del respeto hacía el otro y lo valioso que es pertenecer a un lugar donde son importantes.
Durante estos días de aniversario fue posible realizar actividades de diversos tipos, como una misa donde se conmemoraron los 27 años de trayectoria que tiene este liceo, resaltando que ha sido testigo del crecimiento y desarrollo de miles de jóvenes de la zona, siendo testigos de sus logros académicos, personales y culturales.
“Hemos compartido actividades con nuestros estudiantes, apoderados, docente, asistentes de la educación, en las cuales, hemos cantado reído, bailado y siempre en un ambiente de respeto y juego limpio, ratificando su compromiso con este liceo, quiero agradecer a cada uno que puso entusiasmo energía, buena onda y disposición para hacer de este aniversario 27 una meta cumplida. Quiero expresar mi compromiso y el de todo el equipo educativo de nuestro liceo, de seguir brindando una educación de calidad enfocada en el desarrollo integral de cada uno de nuestros estudiantes, promoviendo un ambiente de aprendizaje inclusivo y respetuoso, donde todos tengan igualdad de oportunidades para crecer y alcanzar sus metas”, precisó emocionada la directora del Liceo Monseñor Carlos González, Verónica Zambrano.
Este aniversario es un hito importante para la comunidad educativa, un espacio que ayuda a los estudiantes a la convivencia, a la reflexión sobre todo lo que se ha logrado hasta el momento y las miras hacia el futuro con esperanza y determinación, en una comunidad educativa donde los estudiantes más que un número son personas, que tienen identidad en esta casa de estudios que se ha conformado como una gran familia, un lugar acogedor que aporta a los niños, niñas y jóvenes un espacio para el desarrollo intelectual, emocional y confianza en el futuro.